Cuando encontré esta frase mientras leía La cartuja de Parma hace ya unos años, me pareció muy bien dicha pero no lograba ver cuán cierta es. Nunca había sentido uno de esos grandes dolores. Cualquier dolor nos parece terrible en su momento, es cierto, pero cuando llega uno de los realmente grandes, de los inevitables, de los irreparables, entonces se alcanza a vislumbrar qué es lo importante en la vida. Las lágrimas llegan y alivian. No curan, nada puede hacerlo, pero alivian, y por eso se agradecen.
Una frase muy hermosa para una ilustración más hermosa aún, y, ¡que vivan las lágrimas!
ResponderEliminarBesos!
Gracias, Miriam! :)
Eliminara veces alivian más que la medicina <3
ResponderEliminardepende del mal amiga, si es enfermedad del alma, eso es segurísimo ;)
EliminarNo pude yo responder mejor!
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